“De origen europeo, marchó al Líbano por razones linguísticas. Se convirtió en un maestro.
Más tarde, retornó a Europa y recaló en Roma. Rector del Oriental. Un maestro del espíritu.
24 años al frente de los jesuitas del mundo. Nuestro maestro, afable y humilde. Tras Arrupe.
Al renunciar, retornó al Líbano. Uno más de aquella comunidad. Allí ha muerto.
Cumplió la Voluntad de Dios según nuestra obediencia.
Descansa en paz. Y gracias.
Se llamaba Peter -Hans Kolvenbach. Era mi hermano.”
Abrazos, Norberto SJ.